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TENDENCIAS I Gestión Humana y su desafío con la transformación digital

TENDENCIAS

Gestión Humana y su desafío con la transformación digital

 

César Lozano, Ingeniero industrial, investigador, escritor y consultor corporativo, nos compartió su visión sobre el desafío que hoy tienen las organizaciones frente a la transformación digital y sobre aspectos claves que ampliará durante el webinar de la Comunidad Premium de Formactiva que se efectuará el próximo 27 de julio.

Entendiendo que la transformación digital es un tema de adaptabilidad, de gestión del cambio para que las organizaciones puedan aprovechar las tecnologías y sacarles el máximo provecho para ser más eficientes y sostenibles, estas deben estar preparadas para continuar sus procesos a través de las nuevas tecnologías, y esto es justamente lo que está generando una gran resistencia que impide que la misma transformación digital tenga éxito. 

La transformación digital no es un tema de tecnología

Estamos en un cambio de era, así como hace más de 100 años atrás estábamos pasando de la era agrícola a la era industrial y aparecían las fábricas, la producción en serie, la informática, etc., hoy literalmente estamos en los albores de la era digital en donde estamos preparando a las organizaciones y a las personas para vivir una nueva época.

La transformación digital es la forma como las empresas se preparan para responder a un fenómeno global como lo es la aparición, a una velocidad exponencial de tecnologías emergentes, también denominadas disrupción digital y que tiene la capacidad de cambiar, como ya lo estamos viendo, a un mercado o la vida misma de los individuos; esta disrupción digital es, por ejemplo, la inteligencia artificial, el blockchain, el Internet de las cosas, la impresión aditiva, la edición genética, etc.

Este es un fenómeno que aceleró la evolución de la raza humana y por eso se genera una disrupción que no se alcanza a percibir muchas veces en los entornos organizacionales. Es un tema que va a impactar económicamente la sociedad y efectivamente, el mundo corporativo no está ajeno a eso y por esto aparece la Cuarta Revolución Industrial como el acotamiento de ese fenómeno global, pero solamente desde los aspectos económico y empresarial.

De esta manera, desde 2016 se empiezan a ver los lineamientos donde el Foro Económico Mundial sugiere que hay que aprovechar estas tecnologías y, por consiguiente, las organizaciones tienen que prepararse bajo el concepto de transformación digital, que, si bien está relacionado con la tecnología, es mucho más amplio que la tecnología, puesto que el primer obstáculo para esta transformación está en las personas, aspecto evidenciado desde 2018 en los países industrializados en donde se identifica la necesidad de desarrollar habilidades digitales blandas que requieren los seres humanos para poder navegar con éxito en esta industria 4.0 y que sean capaces de vivir esa realidad digital. 

La transformación digital, si solo se enfoca solamente desde la incorporación de tecnologías, sin tener en cuenta el papel de las personas, va fracasar como sucedió en los países que empezaron a hacerlo y les tocó invertir grandes cantidades de dinero en procesos de transformación cultural y gestión del cambio enfocado en las personas.

¿Queda entonces el camino? No es la gestión del cambio. El camino realmente es el cambio de mentalidad en las personas.

Venimos de una era industrial en donde los procesos de gestión del cambio tenían más de un año para que las personas se adaptaran, hoy es diferente debido a la simultaneidad de cambios que debe afrontar la organización, procesos de dos meses que requieren estar renovándose debido a la vertiginosidad de las innovaciones

El cambio de mentalidad implica, en términos no humanistas, pero fácilmente entendibles, cambiarnos el chip que tenemos en nuestro modelo mental que tiene una serie de creencias asociadas a cómo funcionan los negocios y que tenían éxito en la era industrial, por lo tanto, traemos unas formas de actuar, de trabajar, de entender la organización, las relaciones y el mundo, y que hoy ya resulta demasiado lento, complejo y pesado para poder caminar a la velocidad de la era digital.

Entonces el punto de partida, cuando hablamos de seres humanos para que esta transformación digital funcione, es asegurarnos de que la gente empiece a operar mentalmente con las creencias necesarias para triunfar en la era digital. 

Cambio en el estilo de liderazgo

En la era industrial, la principal función del líder era el controlar y hacer seguimiento de la gente, asegurarse que sus indicadores se cumplieran. Desde hace 10 años ese estilo de liderazgo ha cambiado, puesto que, en la era digital los colaboradores saben que tienen al alcance de un clic una oferta o mejores condiciones, ambientes o posibilidades laborales en cualquier parte del mundo. Un líder de la era digital busca movilizar a la gente hacia las metas hoy a través de un modelo de apoyo y aportar su experiencia en facilitar el trabajo, los recursos y las herramientas a las personas

Adicionalmente el líder de la transformación digital debe romper las barreras de las jerarquías para generar espacios seguros en donde la gente pueda experimentar, crear, aportar y contribuir de manera más rápida y efectiva a los objetivos corporativos. Un líder de hoy escucha y valora las ideas de los nativos digitales sin importar su edad o grado de experiencia

La transformación es un asunto de todos, la experiencia de la era industrial quedó atrás, la nueva era la estamos creando desde hace 10 años con prueba y error; eso sí, hay ensayar rápido para aprender rápido y ojalá que no resulte muy costoso el proceso para poder llevar a las empresas hacia el futuro.

Todos estamos empezando desde cero y el que aprenda más rápido es el quien va a avanzar más rápido, aquel que tenga la mentalidad de aprendiz, independientemente de si tiene 50 o 25 años de edad, que sea capaz de decir “ok”, eso hay que hacerlo distinto. ¿Cómo hay que hacerlo? ¿Quién me enseña, cómo, cómo lo pruebo? 

Gestión Humana es una de las áreas más conservadoras dentro de una organización, por lo tanto, es la primera que debe estar dispuesta a aprender y responder esas primeras preguntas ¿Qué necesitamos cambiar, aprender o adquirir para un proceso exitoso de transformación digital? ¿Qué tan digital es la mentalidad de mi gente? Para el caso de las grandes empresas también cabe la posibilidad de contratar a la gente que sea capaz de ayudar a cambiar la mentalidad de las personas.

Hasta mediados de la década pasada las áreas de gestión humana estaban diseñadas para la era industrial, y por esta razón, se convierten en las primeras en tener resistencia al cambio que hoy vive la gente en las organizaciones, no solamente con la llegada de la tecnología, sino en general, con todos los cambios de la era digital, es una resistencia al cambio esencialmente emocional por las personas están absolutamente ansiosas, tienen temor de lo que pueda pasar con ellos en el futuro.

Las personas están agobiadas porque están intentando resolver los problemas de la era digital y esto deteriora la salud mental. La catarata de información que hoy tenemos produce una sensación de impotencia, que no alcanza el tiempo para cumplir con todas las responsabilidades. Ese desborde genera un agobio y una resistencia al cambio que es emocional, por lo cual es necesario aprender a partir de un proceso de alto impacto que también sea emocional.

Hay tanta información en las cabezas de las personas que otra información más, ni les quita, ni les pone, no los mueve, no los cambia. Gestión Humana necesita ser capaz de impactar en la mente de la gente para cambiarles el chip.

Pensamiento crítico, trabajo colaborativo y liderazgo digital

Se deben identificar las habilidades digitales necesarias para actualizar las capacidades de las personas con el fin de que sigan agregando valor a la organización. Esto se conoce como reskilling o reciclaje de las habilidades humanas. Cuando se trabaja en la mentalidad, se abona el terreno para que lleguen las capacidades digitales, blandas y duras, con mayor facilidad.

El pensamiento crítico, el trabajo colaborativo y el liderazgo digital, son las tres habilidades blandas más importantes sobre las cuales se deben preparar a las personas para la transformación digital.

El pensamiento crítico es lo que le va a permitir que el equipo humano tome las mejores decisiones, que se haga preguntas sobre ¿Cuál es la mejor tecnología que se necesita para la organización? ¿Por qué relevante esa tecnología?, ¿Para qué procesos? ¿Qué cantidad? El pensamiento crítico es clave para evitar reprocesos y optimizar los recursos de la empresa, que la gente pueda levantar la mano y preguntar con toda confianza.

El trabajo colaborativo es aprender a trabajar sin barreras de silos, sin la burocracia del poder jerárquico, es entender que todos estamos llevando a la organización hacia el futuro sin importar el rol, cargo o edad, que el presidente de la compañía y el coordinador de la bodega que puedan interactuar y conversar abiertamente. Trabajo colaborativo implica a tener como te dije, la participación de diferentes áreas, apoyando trabajo colaborativo implica tener un liderazgo que no es el de los equipos de trabajo de un líder definido, es el líder del equipo.

El liderazgo digital hace referencia a un líder capaz de inspirar a los seres humanos en esta era digital de reunirnos alrededor del propósito organizacional, de conectar el propósito individual de cada integrante del equipo con el propósito de la organización, que sea capaz de conectarse emocionalmente con las personas para poder hacer ese proceso de orientación de cambio de la mentalidad digital.

Al final es que todos estemos caminando correctamente por la transformación digital, que no tiene que ver solamente con tecnología, tiene que ver realmente con la experiencia que le podamos ofrecer a los clientes ante los retos actuales. No es cuestión de contratar al mejor chat disponible en el mundo, es poder tener en las organizaciones, unas condiciones que se fundamentan en esas tres habilidades para tener una mentalidad ágil con foco en el cliente.

El mundo de las startups nos muestra esta agilidad, entran al mercado y rápidamente empiezan a ganar espacio a empresas que llevan 100 años en el mercado. Y se preguntan, ¿qué pasó aquí? Que el más rápido siempre gana ¡así de sencillo!

Datos destacados

  • La disrupción digital aceleró la evolución de la raza humana y por este motivo las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el Internet de las cosas, entre otras, están apareciendo a una rata de 80 a 100 tecnologías nuevas por semana en el mundo.
  • Más del 90% de las startups están lideradas, gestionadas, impulsadas o creadas por nativos digitales, personas que ya traen el chip de la transformación digital.

 

  • Sacar un producto mínimo viable al mercado, desde su idea hasta que llegue al cliente, en países subdesarrollados se demora entre un año y año y medio, equivalente a lo que dura un estudio de posgrado en especialización; en países desarrollados como EEUU o Japón lo están logrando en un ciclo máximo de cuatro semanas (1 mes), y en la China lo están haciendo en ocho (8) días.