HABLEMOS DE COMUNICACIÓN
¡Conversemos!
Por: Juan David Giraldo T.
Director de proyectos de REDACTA
Poner en común, construir con y desarrollar a otros, llegar a acuerdos, negociar para llegar a acuerdos gana a gana, entre otros ejemplos de objetivos comunicacionales en el contexto de los retos organizacionales de hoy y siempre, tienen como eje transversal al mejor exponente del verbo hecho acción del sustantivo comunicación y es la conversación, entendida como el diálogo abierto, transparente y honesto entre ambas o muchas de las partes involucradas.
Visión global, actuar local
Las organizaciones del siglo XXI dejaron de ser empresas territoriales, con fronteras definidas en lo cultural y estatal, para convertirse en espacios de pluriculturalidad, dinámicas en la movilidad y entendimiento de nuevos lenguajes y culturas, que facilitan el cumplimiento de los objetivos y misiones corporativas.
Hoy hablamos de multinacionales para referirnos a las empresas que lideran los desarrollos y crecimientos económicos mundiales. Ser los mejores, ser los primeros, ser los más grandes e influyentes, implica una tarea ardua y planificada en poder llevar a los miembros de la organización hacia el mismo destino, con las mismas metas y las mejores herramientas.
El impacto de la comunicación como bien intangible en las organizaciones se refleja en un entorno apropiado para trabajar, esto se ratifica en las mediciones de los comportamientos que producen un ambiente laboral de confianza, como elemento esencial de la creación de un excelente lugar de trabajo.
La credibilidad, el respeto, la justicia, el nivel de orgullo y camaradería, son algunos de los aspectos que los empleados valoran de manera positiva cuando existe una gestión que facilita el diálogo, la conversación y la promoción de climas de fiabilidad, transparencia y respeto dentro de la empresa.
Liderazgo comunicacional
Existen unos rasgos de comportamiento, que tienen como eje transversal a la comunicación, y que los líderes organizacionales deben tener en cuenta para elaborar una ruta exitosa de gestión ante los actuales retos:
– Escucha: como principio de la construcción colectiva de conocimiento. El líder que escucha, habla con asertividad y le siguen más.
– Flexible: tiene la mente abierta para promover nuevas y mejores prácticas en la organización, es sinónimo de un liderazgo dinámico.
– Decidido: facilita los medios y espacios para la innovación y las experiencias son insumos de primera mano para fortalecer la misión.
– Confidente: protege a su equipo de trabajo y a la organización a través de esquemas claros del manejo de la información sensible, estratégica y confidencial.
– Honesto: la verdad, por más dura que sea la misma, la valorará cualquier público interno o externo con el que se relacione la empresa.
– Digital: el líder sensible al uso de las nuevas tecnologías de comunicación facilita la efectividad de las relaciones con los públicos.
– Colaborador: los líderes que promueven el trabajo en equipo, la participación y valoran la gestión de sus integrantes, generan compromisos más allá de los adquiridos contractualmente.
– Humano: equilibrar la carga laboral y la vida familiar es muy valorado en las administraciones modernas porque es empático con los sentimientos y emociones de los empleados.
Comunicar el cambio e inclusión
Uno de los principales aportes de la estrategia de la comunicación interna moderna es facilitar el entendimiento, persuadir, involucrar y lograr la aceptación del cambio de los públicos organizacionales del siglo XXI. Para hacerlo, se debe abrir la llave de la información abierta y honesta. Seguido de la escucha y la respuesta permanente de las dudas e incertidumbre. Las personas perdonan una y muchas veces, pero la confianza una vez se pierde, difícilmente se recupera.
La gestión de la comunicación efectiva del cambio requiere de un esquema de trabajo articulado con otros dos vértices fundamentales como lo son los procesos de acompañamiento y el de formación. Los primeros que requieren de este apalancamiento son los líderes, invitados a trabajar valores como la humildad, la empatía y el respeto por el otro. Un líder que desarrolle sus habilidades de dirección y que sea abierto, cercano, generoso, comprometido e incluyente desde la comunicación abierta.
Cuando el mundo busca ser más global y multicultural, la comunicación es el vehículo para lograrlo y el diálogo su motor.