TEMA DEL MES
Gamificación, juegos corporativos y aprendizaje
Por: Carlos Alberto Echavarría Díez
Gerente de FORMACTIVA
Las organizaciones y el juego
El siglo XXI demanda de las personas y organizaciones distintas maneras de ver y entender la forma en la que se desarrollan las interacciones sociales, culturales y económicas. El mundo actual ya no exige, sino que necesita, ya no compite, sino que comparte. Desde esta premisa, además de que el trabajo debe ser un espacio apto para propiciar un ambiente lúdico y divertido, se vienen implementando soluciones gamificadas, que, en esencia, se remiten al juego como una forma, aunque antigua y siempre existente en el hombre, muy natural de expresar y vivir una experiencia, la cual pone condiciones en espacio y lugar, pero que permite disfrutar al mismo tiempo en que se aprende.
Los enfoques y características que en los últimos años ha adquirido la educación en el contexto organizacional, contribuyen a la búsqueda de premisas que la acerquen a la excelencia e impacto en la gestión del día a día de sus colaboradores, desde el contexto integral, es decir, lo instructivo (saber), lo educativo (ser) y el ámbito desarrollador (hacer); lo que ratifica la misión de la organización desde el aprendizaje, y así garantiza la gestión del conocimiento.
Sin embargo, en algunos casos se han quedado con las viejas prácticas de formación vista solo desde la mirada de la enseñanza, donde el facilitador es versátil en tener o enseñar muchos contenidos, no solo en espacios formales como talleres, sino también desde la conversación con coequiperos, grupos primarios, entrenamientos y realimentación a los colaboradores, entre otros; por lo cual no se ocupa por el fin último e intensión de estos procesos: el aprendizaje integral. Este no es más que la puesta en práctica de lo aprendido desde el sentido, y posteriormente ponerlo al servicio dentro de la vida personal y del propósito organizacional.
Los juegos corporativos
El éxito de los Juegos organizacionales se establece básicamente en si cumple o no con las condiciones de cualquier juego, es decir, estos deben tener un claro objetivo, unas normas, unos actores dispuestos a jugar, unos elementos que facilitan el proceso (fichas, dados, tableros o lonas), y un ambiente y condiciones para que los jugadores asuman su rol y se adentren en la aventura de jugar. En el contexto educativo dentro de las organizaciones, se busca que los participantes o los llamados socios de aprendizaje, se den cuentan qué saben y qué no saben cuándo de conocimiento se trata, o qué comportamientos o experiencias requieren para cumplir una labor o implementar una práctica. En todo este proceso, es factible que un juego organizacional cumpla con dichas condiciones.
Es por esto que las experiencias más sobresalientes en las que se viene incursionando en las empresas son los programas de inducción, los programas de seguridad y salud en el trabajo, el conocimiento de producto, entre otros, además de contenidos tan importantes como la solución de problemas organizacionales, la negociación, la creatividad, la comunicación, el trabajo en equipo, entre otros.
El reto ahora es la creación y la generación de la cultura de juegos, que va desde la realización de jornadas especiales, pasando por activaciones educativas, ferias y espacios que ya muchas organizaciones han asumido como parte de su revolución didáctica, hasta llegar a enfrentar las nuevas generaciones y las condiciones que impone la modernidad, en donde no es solo trabajar y producir, sino también generar culturas y ambientes saludables para las personas que enfrentan las difíciles condiciones de un mundo organizacional cada vez más incierto.
Lograr entonces alcanzar la utopía de jugar, aprender y trabajar en un mismo espacio y momento es posible con esta alternativa divertida: los juegos corporativos.
Ya hemos abordado un poco el contexto de los las organizaciones y sus procesos formativos. Ahora hablaremos de cómo los juegos organizacionales son herramientas didácticas que permiten tener procesos más versátiles, en los que se genera la capacidad de crear otros mundos y escenarios de interacción. Esto es muy útil dentro de las empresas, pues se pueden adaptar a los diferentes estilos de aprendizaje: la emoción y el conocimiento colaborativo.
Cuando hablamos del aprendizaje desde la emoción, hablamos también de generar grata recordación e incorporación de aprendizajes significativos, lo que permite poder generar una identificación e incluso un sentimiento hacia la organización.
Asimismo, al referirnos al conocimiento colaborativo, hablamos también de la posibilidad de aprender con el otro desde la construcción conjunta y la escucha activa dentro de los equipos. Esto facilita la incorporación de una cultura donde se da sentido a lo que se hace.
Beneficios que tienen los Juegos Corporativos
- Son muchos los beneficios que se pueden obtener al usar juegos corporativos dentro de las empresas y sus diferentes procesos. Podemos entonces destacar tres fundamentales:
- Ganar o perder siguiendo el curso de una historia, aprendiendo de cada una de las vivencias que se experimentan en el proceso. Es importante saber que toda organización tiene algo que contar y esto, desde la metáfora y la creación de ambientes inspiradores, se hace clave para alcanzar metasy objetivos propuestos.
- Se vive en un estado de inmersión, lo que permite que los participantes se enfrenten a retos imaginarios. Lo anterior hace que el esfuerzo y la pasión estén en un mismo lugar.
- El jugador se siente seguro y no tiene miedo a forzar sus habilidades al máximo, pues el riesgo de perder es solamente ficticio. Esto es de gran ayuda a la hora de conocer y entiende el comportamiento de los colaboradores, su forma de ser y cómo estos pueden aportar al éxito de la organización.
Podemos concluir entonces que la implementación de juegos corporativos fortalece los procesos dentro de una organización, pues desde la divesión, la imaginación y los ambientes de aprendizaje, se evidencian insumos de personalidad, resolución de problemas, negociación, entre otros; que resultan de gran utilidad a la hora de entender a lo colaboradores de la organización, y su vez, organizar procesos que servirán de base para alcanzar las metas propuestas dentro de esta.