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HABLEMOS DE COMUNICACIÓN I El poder de la comunicación en las empresas

HABLEMOS DE COMUNICACIÓN

El poder de la comunicación en las empresas

Por: Camilo López Forero

Director ejecutivo y estratégico de REDACTA

camilo.lopez@redacta.co

 

La buena comunicación tiene el poder de inspirar, movilizar y transformar. Sin embargo, eso que a primera vista pareciera un simple proceso, es en realidad uno de los desafíos más complejos que enfrentan las organizaciones en la actualidad.  Transformar, inspirar y movilizar a las personas es una tarea ardua.

 

A diario nos encontramos con campañas, algunas bastante costosas, llenas de palabras grandilocuentes, como «unidos lo lograremos», «juntos transformamos el mundo», «nuestra meta es el bienestar». Pero estas frases impactantes no influyen en los hábitos ni en la cultura corporativa por sí solas.  ¿Cómo podemos entonces, a partir de la comunicación, lograr una verdadera transformación de la cultura en la que los colaboradores se sientan inspirados y motivados?


La clave se encuentra en dominar el arte de comunicar. Si somos conscientes de los beneficios que conlleva la comunicación efectiva y cómo influye en las personas, podemos cambiar nuestra perspectiva y obtener mejores resultados. La comunicación efectiva es fundamental para establecer relaciones sólidas y positivas entre líderes y empleados, así como entre los propios empleados. Veamos algunos aspectos en los que la comunicación afecta la gestión del talento humano:

 

La comunicación interna transmite adecuadamente la información oficial. Una buena comunicación es fundamental para que todos en la organización tengan la misma versión de los hechos. El silencio confunde. Los líderes deben comunicar de manera precisa las metas, objetivos, políticas, procedimientos y acontecimientos de la empresa. Esto garantiza que todos estén alineados y trabajen hacia un objetivo común. Una comunicación interna adecuada también promueve un entorno de trabajo coherente y transparente, lo que fomenta la confianza y la credibilidad de los empleados hacia la empresa.

 

  • La comunicación despierta admiración hacia los líderes. Ocupar un cargo directivo no implica automáticamente ser admirado; más bien, se convierte en objeto de intrigas y especulaciones. Un buen líder encuentra en la comunicación efectiva un aliado para construir una buena reputación entre su equipo de colaboradores. De ahí la importancia que tiene para quienes ostentan un rol de liderazgo desarrollar habilidades de comunicación escrita, verbal, corporal y, sobre todo, la habilidad de escuchar. Los líderes que son buenos comunicadores suelen ser más abiertos al feedback de su equipo, son empáticos y accesibles.

 

  • La gestión del cambio implica una comunicación efectiva. Durante los periodos de cambio organizacional, la comunicación desempeña un papel fundamental para garantizar que estos cambios, sea cual sea el motivo, no impacten de manera negativa el desempeño de las personas ni el espíritu de la organización. Comunicar de manera clara y comprensible los motivos del cambio, las decisiones sobre la operación diaria y las implicaciones para las personas, ayuda a reducir la resistencia y la incertidumbre. Toda posibilidad de cambio se percibe como una amenaza, pero la comunicación es la encargada de reflejar la realidad con honestidad y transparencia.

 

  • La comunicación resuelve conflictos. Las disputas entre empresas, áreas de la compañía o individuos se resuelve con el diálogo. Una cultura organizacional basada en una comunicación efectiva invita a una conversación abierta y respetuosa, durante la cual se facilita que las partes involucradas expresen sus puntos de vista y preocupaciones. Los profesionales de gestión humana que dominan el arte de comunicar estimulan la negociación y la celebración de acuerdos. Y como es mejor prevenir que lamentar, la buena comunicación procura un ambiente laboral armonioso y productivo para reducir la posibilidad de conflictos.

 

En síntesis, lo primordial es ser conscientes del papel estratégico que juega la comunicación en la empresa moderna y del impacto que ella genera sobre los resultados. La auténtica transformación de la cultura se produce cuando las organizaciones y en especial sus líderes, cultivan, a partir de la comunicación, un entorno laboral más colaborativo, productivo y genuino para sus empleados.